Las familias aprovecharon el 10 de mayo para limpiar las tumbas.
La tumba de doña Arcadia volvió a tener flores frescas, su familia no había podido visitarla debido a la pandemia de COVID-19, que mantuvo los panteones de Cancún cerrados en fechas especiales durante casi un año.
Sin embargo, este 10 de mayo se permitió un acceso controlado, por lo que muchos aprovecharon para ir a limpiar, llevar música y arreglos florales a las tumbas de las madres y abuelas que se adelantaron en el camino.
Una de las familias que regresaron fue la de doña Arcadia, cuyos integrantes tuvieron que despedirse de ella hace cinco años, como consecuencia de la diabetes que padecía y que había limitado su vista y algunas funciones.
“El año pasado, nada más le pusimos sus flores en el altar. Ahorita nos sentimos felices de poder volver al panteón, de estar más cerca con ella”, afirmaron su yerno y su nieta, quienes aseguran que lo que más extrañan es poder oír su risa.
Otros utilizaron la música (en vivo y a través de bocinas portátiles) para recordar los últimos momentos que pasaron con sus seres queridos, y que provocó que más de uno no pudiera contener las lágrimas.
Luis Moreno Porihe, administrador único de la Operadora y Administradora de Bienes Municipales (Opabiem), explicó que entre el domingo y el lunes el panteón de Los Olivos -ubicado en la región 99- recibió más de 500 personas que tuvieron que seguir las recomendaciones sanitarias para poder ingresar al principal camposanto de la ciudad.
Esto incluyó instalar personal de control en el acceso para verificar el uso de cubrebocas, gel antibacterial y una estación para el lavado de manos.
“Estamos en color naranja, lo que nos permitió abrir al 50% de 8:00 a 16 horas. La verdad es que ha estado muy tranquilo, las familias han estado respetando las medidas (…) que sólo sean tres por cada grupo y no 25 en una sola bóveda”, dijo.
Estas medidas se replicaron en el nuevo parque funerario, al que acudió un número mucho menor de personas (alrededor de 20 antes del mediodía) debido a que aún son pocos los espacios ocupados; mientras que el panteón de Los Álamos permaneció cerrado por limpieza.
