Tras cuatro meses de trabajo, la alcaldesa Ana Luisa Castella nos rindió informe de sus primeros “Cien Días” de gobierno
Paraíso, Tab.- La alcaldesa paraiseña, Ana Luisa Castellanos Hernández, cumplió cuatro meses al frente del gobierno municipal, alrededor de 120 días de trabajo, cuyos resultados presentó como los logros de sus primeros cien días, administrando los recursos que le fueron heredados por el gobierno saliente.
Si bien es cierto que sus esfuerzos han sido significativos, donde se ha desvivido por cumplir parte de sus compromisos de campaña, resaltando obras en algunas comunidades como la Villa Puerto Ceiba, en la que se ubica su residencia particular, aun es prematuro emitir una justa calificación a su incipiente labor.
Sin embargo, la animosidad y el entusiasmo de la primera alcaldesa en la historia de este saqueado municipio suele ser contagiosa entre sus simpatizantes, aunque es indudable que también hay un sector de la población que mira con escepticismo su actuación, e incluso duda con justa razón de la palabra de la señora Castellanos.
Un ejemplo son algunos ciudadanos ceibanos, donde la primera regidora dio el banderazo para la pavimentación de dos calles, cuyo concreto hidráulico al parecer solo alcanzó para cubrir el 40% de su totalidad, es decir, cuatro cuadras de las nueve que componen cada una de esas arterias, la 1ro y la 10 de Mayo.
No se entiende porqué en vez de pavimentar una calle completa, se optó por dejar dos calles a medias. Sus razones tendrían en el actual gobierno perredista, pero lo cierto es que, durante ambos banderazos, se anunció la pavimentación completa de estas calles y posteriormente la población comprobó con cierto desencanto que no sería así.
Otro de los recelos que han mostrado algunos personajes de la política local es lo relacionado con la inclinación de las actuales autoridades por la realización de festejos, como bailes populares, verbenas y festivales, donde aparentemente se otorga preferencia al pan y circo, dejando de lado obras mucho más prioritarias.
Y si bien es cierto que el pasado gobierno morenista fue un desastre, donde abundaban los montones de basura, los baches y hoyancos, la falta de luminarias y la inmundicia por doquier, eso no debería ser pretexto para quienes desde su campaña proselitista prometieron cambiar radicalmente la forma de gobernar.
Llama la atención poderosamente que en las oficinas de la dirección de Finanzas continúen despachando funcionarios de la pasada administración que cubrieron los latrocinios de Antonio Alejandro Almeida, incluso se encuentre en la “congeladora” el expediente en contra de quien sustrajo un cheque por el monto de casi un millón de pesos, por el cual existe una denuncia penal en la Fiscalía General del Estado.
Más aún, el hecho de que la alcaldesa haya incumplido la promesa de ordenar una exhaustiva auditoría a la administración anterior, como lo expresó en reiteradas ocasiones durante las campañas pasadas, pues así consta en los videos colgados en las páginas de las plataformas digitales como Facebook.
Mucho menos la denuncia que presuntamente haría ante las autoridades competentes, aportando las pruebas del brutal saqueo al que se sometió el erario municipal paraiseño, incluso amenazando con encarcelar al ex alcalde morenista, como hizo suponer la noche del mitin triunfalista donde celebró su victoria.
De todo ello muy pronto se olvidó la hoy alcaldesa paraiseña, actitud que ha sido reprochada por diversos sectores ciudadanos, quienes esperan y no pierden la esperanza de que la señora Castellanos cumpla con sus promesas y no solo queden en palabrerío arrastrado por el viento proveniente del golfo de México.
Hay quienes le exigen que, en vez de gastar medio millón de pesos en un baile popular para divertirse unas horas, destine esos recursos para remendar las calles de la ciudad que permanecen en el abandono oficial. Las fiestas pueden esperar, aseguran moradores de esta cabecera municipal, un tanto decepcionados.
Y es que desde la presidencia municipal se maneja un doble discurso. Por un lado, se asegura que se cuidarán los escasos recursos públicos, e incluso se piden más a la Federación por ser “insuficientes”, pero por otro se mantienen altos salarios de “asesores” que en honor a la verdad no aportan nada a la ciudadanía.
Digamos que en estos primeros cuatro meses se ha adolecido de algo muy importante políticamente hablando: congruencia. La congruencia entre las palabras y los hechos. Habrá que dejar de tratar de dar atole con el dedo al pueblo paraiseño y enfocarse más en lo verdaderamente importante. Al fin y al cabo, los festejos pueden esperar, hasta que haya algo realmente importante qué aplaudir.
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